domingo, 21 de agosto de 2011

Narcopsicopatología, término acuñado por Alfredo Velasco Cruz

A los términos asociados con el crimen organizado como “narcoviolencia”, “narcoejecuciones”, “narcomensajes”, se le suma uno nuevo: la “narcopsicopatología”.

“Es el estudio o análisis de las manifestaciones psicopatológicas en una escena del crimen, donde haya evidencia tangible de vínculos con el narcotráfico”, explicó Alfredo Velasco Cruz, sicólogo y criminólogo de la Dirección de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado en la zona norte, creador del término y quien recientemente escribió un artículo en el portal especializado criminalistica.com.mx.

“En el año 2008 se exacerbó el ajuste de cuentas en la ciudad y siendo criminalista de campo, aparte del análisis de la evidencia conductual, debido a mi formación como psicólogo, realizaba de forma automática el análisis de la conducta y sobre todo el mensaje psicológico proyectado de manera inconsciente y basado en la tan afamada teoría psicoanalítica freudiana para elaborar conjeturas interpretando la escena del crimen”, refirió.

Como se recordará a partir de ese año en la zona norte, que incluye a los municipios Puerto Palomas de Villa, Juárez, Guadalupe y Praxedis G. Guerrero, los ciudadanos padecen del aumento en la comisión del delito de homicidio doloso atribuido a la delincuencia organizada. Los habitantes de las cuatro comunidades fronterizas han sido testigos de crímenes brutales nunca antes vistos.

Los diferentes escenarios mostraron cuerpos desmembrados, cabezas humanas expuestas como trofeos en plazas públicas, contenedores o cofres de autos; cadáveres colgando en puentes, personas con sus órganos sexuales mutilados exhibidos en la vía pública, asesinatos que pasaron a ser hechos comunes en estas poblaciones.

Hoy, el análisis de esta conducta criminal denominada “narcopsicopatología” busca el por qué de estos hechos violentos.

“Este término es el análisis de las manifestaciones psicopatológicas en una escena del crimen, donde haya evidencia tangible de vínculos con el narcotráfico”, explicó el perito.

“Cuando una persona es exhibida en un puente con alguna máscara o donde exista mutilación y dependiendo la zona corporal o quizá la extremidad cefálica sobre o dentro de una hielera, todo eso tiene un significado y realizo la interpretación basándome en el principio de placer y la psicopatología de la vida cotidiana según Freud”, planteó.

Expuso que la agresividad hacia la víctima tiene un significado específico y él realiza una interpretación basándose en el principio de placer y la psicopatología de la vida cotidiana, según el precursor Sigmund Freud.

Sin embargo, sus análisis no abarcan la identificación del grupo o cártel al que pertenecen ni las víctimas ni los agresores.

“Al realizar mi labor no me interesan grupos o zonas en especial, en estos casos (analizados) obtendríamos características de personalidad de quien comete u ordene el crimen”, recalcó.

“Mi único interés es la manifestación inconsciente que se plasma con las conductas criminales es científico conductual, más que policial”, aclaró.


Conducta humana

Al profundizar un poco más en la conducta humana, que motiva no sólo la comisión del delito contra la vida, sino además a una degradación, humillación y exposición pública de la víctima, el especialista refirió que como seres humanos en cada comportamiento se manifiestan ciertos rasgos de la personalidad, generados de acuerdo al momento o situación que se experimenta sea real o ficticio en cualquier ámbito de la vida.

“La proyección del estado inconsciente de nuestra estructura humana de la personalidad y la interpretación de dicha información conductual es una herramienta más en el kit de la investigación que se torna aprovechable en la escena del crimen”, planteó.

La situación que actualmente impera en el país en cuestiones de pugnas territoriales con tan evidentes intereses económicos y de control, sea en el norte o el sur de México, manifiestan en sus actuares tres puntos importantes: el impacto que generarán al grupo percibido como rival; la imagen que dejarán ante la autoridad y la psicosis que la sociedad se formará al ver o leer sus actividades.

Precisó que estas conductas y expresiones inconscientes que recrudecieron en los últimos tres años, tienen sus antecedentes desde la formación y constitución de la sociedad mexicana, como citó el psicólogo suizo Carl Gustav Jung en su estudio sobre el Inconsciente Colectivo.

“Pareciera una regresión a la conducta primitiva y ausente de raciocinio, el hecho de la decapitación, el desmembramiento, la tortura y la lucha salvaje por el territorio, que de acuerdo a nuestra historia existió en las comunidades mesoamericanas y hoy se ha convertido en una mala moda y una especie de olimpiada del mal”, refirió el criminalista de campo.

“Cada grupo criminal organizado se prepara no sólo para superar su acto criminal sino el que su rival ha cometido, este tipo de conductas y expresiones hechas por un grupo de seres humanos”, refirió.

Estas actividades delictivas han llamado la atención de los estudios de la conducta humana, que buscan en una escena del crimen evidencias de la existencia de tortura, ejecución o exhibición de una persona con leyendas o mensajes escritos, refirió.

Este conjunto de factores, que también son considerados por la Procuraduría General de la República como “narcoejecuciones”, tendrá de forma automática ese rasgo de psicopatología que será susceptible de análisis e interpretación para quienes están interesados en las cuestiones conductuales plasmadas en las escenas del crimen.

“Una víctima encobijada, enmascarada, decapitada, descuartizada o puesta de manera intencionada en las cercanías de un puente con una cartulina, nos dará la posibilidad de lograr la interpretación de dicha conducta, de los rasgos de personalidad de quien lo comete y sobre todo aquello que quiere comunicar con ese tipo de conducta”, precisó.

Por este conjunto de manifestaciones conductuales y donde se proyecta una marcada problemática en el ámbito de la sanidad mental, Velasco Cruz acuñó en nuevo término la narcopsicopatología.

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